- Ataxia: con la marcha inestable.
Para tratar los problemas de coordinación y equilibrio se pueden utilizar dispositivos como bastones, muletas, andadores o sillas de ruedas.
- Enfermedades neuromusculares como la distrofia muscular:
Es muy importante el entrenamiento del paciente y de su familia en los ejercicios de estiramiento, que sirven para evitar o retrasar las retracciones y deformidades que producen dolores y deformidades y afectan a la capacidad de movimiento. Los aparatos ortopédicos que sostengan las rodillas y las caderas son útiles para prevenir las caídas y mantener más tiempo la capacidad de andar.
- La distonía es un trastorno del movimiento caracterizado por contracciones involuntarias de músculos:
El tratamiento de las distonías es sistémico: Toxina botulínica: el bótox se inyecta en los músculos afectados, provocando su relajación y sus efectos duran, aproximadamente tres meses. Anticolinérgicos relajantes musculares, Tetrabenazina, Levodopa.
- La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)
El entrenamiento va dirigido, sobre todo, a tratar los síntomas y para atenuar las molestias propias de la ELA (calambres, espasmos musculares, trastornos del sueño) la fisioterapia y la rehabilitación se emplean para mejorar la función muscular y la movilidad de los enfermos en la medida de lo posible.
- La Esclerosis Múltiple y Neuropatías hereditarias sensitivo – motoras cómo la Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth que afecta el pie.
Para compensar la dificultad para andar, pueden aconsejarse zapatos ortopédicos, férulas y órtesis plantares y en algunos casos, una intervención quirúrgica.
Consejos para todas las enfermedades neuromusculares en general:
- Procurar utilizar zapatos no muy estrechos, acordonados y con un tacón de no más de 4 centímetros.
- Utilizar calcetines cómodos, que no sean nuevos y sin costuras para evitar rozaduras.
- Hidratar y nutrir el pie con una crema que contenga urea.
- Son aconsejables unos baños de contraste que alternen agua fría y tibia, usar jabones suaves, secar muy bien todo el pie, incluyendo los espacios entre los dedos, y aplicar una crema hidratante con un masaje suave.
- Si aparecieran ampollas se recomienda que sean tratadas por un podólogo; no todas son iguales, su tratamiento y curación depende de varios factores como el tamaño, la localización o la composición del líquido.
- Las uñas negras también deben ser vistas por un podólogo.
- Visitar al podólogo antes de progresar cualquier enfermedad permite un estado de los pies adecuado. Es una prioridad realizar labores de prevención y promoción de la salud en el cuidado de los pies.