¿QUIÉN SE HA COMIDO MI QUESO? O MEJOR DICHO, PADECES UNA ALTERACIÓN DE LA PIEL LLAMADA QUERATOLISIS PUNCTATA

¿QUIÉN SE HA COMIDO MI QUESO? O MEJOR DICHO, PADECES UNA ALTERACIÓN DE LA PIEL LLAMADA QUERATOLISIS PUNCTATA

 

Si has observado que tienes unas oquedades en las plantas de los pies, o en los de algún familiar como tu hij@ adolescente, como si fuesen pequeños mordiscos, puede indicar que tiene una queratolisis punctata (QP). Ésta es una infección que afecta a los pies, debido a diversos géneros de agentes bacterianos, tales como Corynebacterium, Micrococcus, Dermatophilus, etc. y que característicamente provoca pequeñas erosiones en las plantas.

La prevalencia de la enfermedad es mayor en militares, atletas, trabajadores industriales, adolescentes y adultos jóvenes, asociado a una mayor actividad física, así como humedad en los pies que favorece la aparición de estas bacterias, así como de la hiperhidrosis o bromhidrosis (sudor con olor).

La pérdida de la continuidad de la capa córnea, representada por hoyuelos, cráteres o erosiones serpiginosas o redondas está dado por la producción de enzimas que digieren la queratina. Por ejemplo Kytococcus (Micrococcus) sedentarius produce 2 enzimas extracelulares o proteasas, llamadas enzimas P1 y P2, que tienen la capacidad de degradar la queratina dejando el espacio para alojar las bacterias comentadas anteriormente.

Imagen. García Cuadros GR., et al. Queratolisis punctata emergente en los Andes Cusco-Perú. Med Cutan Iber Lat Am 2006;34(5):223-228

Imagen. García Cuadros GR., et al. Queratolisis punctata emergente en los Andes Cusco-Perú. Med Cutan Iber Lat Am 2006;34(5):223-228

 

El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Habitualmente, no precisa de la realización de pruebas complementaria, pero sí debe diferenciarse de una infección fúngica (por hongos) y en algunas ocasiones pueden llegar a verse también infecciones por hongos, comúnmente llamadas, pie de atleta o tiña en mocasín.

El tratamiento es totalmente indoloro, tu podólog@ de confianza establece un diagnóstico clínico, una eliminación del exceso de capa córnea y un tratamiento base para la etiología del problema, en este caso el exceso de sudoración y en algunos casos tratamiento tópico antibacteriano.

Una vez eliminado el problema y sin signos en la piel, se recomienda no suspender el tratamiento astringente para evitar que recurra.

 

Maite García. Presidenta del ICOPCV

2019-11-29T21:05:11+00:00 29 noviembre 2019|