No somos simétricos, existen pequeñas diferencias en nuestros miembros y concretamente nos vamos a centrar en los pies, cuando éstos son diferentes en su tamaño o forma.
Podemos presentar leves diferencias imperceptibles que no nos afectan biomecánicamente por pequeñas compensaciones que se realizan en nuestro cuerpo. El problema se presenta cuando estas diferencias conllevan alteraciones en la estática o la dinámica y afectan a las articulaciones y estructuras musculotendinosas superiores o incluso a toda la extremidad inferior y columna.
Algunas diferencias se presentan desde el nacimiento y son diagnosticadas en ese momento. Nos encontramos en los dedos polidactilias, oligodactilia, sindactilias, macrodactilias y clinodactilias. En los radios podemos presentar falta (ectrodactilia) o insuficiencias. El metatarso varo o aducto. El pie plano con astrágalo vertical, pie zambo, pie cavo, pie talo…
Como vemos estas asimetrías se pueden presentar en antepie, mediopie o retropié o comprometiendo todas las estructuras en mayor o menor medida.
Algunas se someten a cirugía en etapas tempranas, otras necesitan tratamiento ortésico como férulas, plantillas, siliconas y calzadoterapia.
Otras causas de asimetría pueden aparecer con los años. Aquí encontramos desviaciones como hallux valgus o varus, dedos en garra o martillo o descenso del arco interno en disfunciones del tibial posterior.
Por el efecto de enfermedades sistémicas como el pie en mecedora en la diabetes mellitus o neurológicas como el pie equino.
Otros motivos por los que presentar asimetría de pies puede ser debida a causas traumáticas, iatrogénicas o tumores.
Las patologías mencionadas necesitan tratamiento mediante cirugía y ortoprotésico a nivel del pie y algunas sobre la patología de base si la presentan.
Un estudio realizado por Sánchez Ramírez en 2017 determinó que un 31% de los hombres y un 37% de las mujeres presentaban pies asimétricos en su arco longitudinal interno. Estas diferencias pasan desapercibidas y pueden generar dolor y pueden producir asimetría de piernas (disimetría), porque como un pie se hunde más que el otro, también una cadera también se hunde más que la otra.
Normalmente tenemos una pierna más larga que la otra, pero la diferencia es mínima y no suele haber complicaciones, pero cuando estas disimetrías son superiores a 1 centímetro pueden causar problemas en el sistema musculoesquelético incluso afectar a la espalda.
El pie es el único punto de apoyo en el suelo en todas nuestras actividades diarias y cualquier anomalía, por muy pequeña que esta sea, puede influir negativamente en la forma de la pisada y con el tiempo puede acarrear problemas más serios en tobillo, rodilla o la cadera.
La revisiones por parte de un podólogo detectaran estas diferencias. Realizando inspección en el pie y mediante un estudio de la pisada y la marcha así como la carrera. La finalidad de estos estudios es lograr mantener una estática y dinámica correcta y saludable previniendo futuros problemas o lesiones. Además el profesional se encargará del tratamiento más adecuado ya sea conservador mediante férulas o plantillas y si fuera necesario cirugía.
Pilar Nieto. Vicepresidenta del ICOPCV