Durante muchos años de experiencia en las clínicas y consultas podológicas nos han llevado a aclarar algunos de los falsos mitos sobre los hongos en los pies que corren y que hemos escuchado una y otra vez en boca de nuestros pacientes. Los profesionales de la podología sonreiréis con alguno de los mitos recordando alguna situación graciosa. Y, lo más importante, los pacientes descubriréis que algunas de las cosas que habíais escuchado sobre los hongos en los pies son totalmente falsas.
Mito 1: Los hongos en las uñas no se pegan si los tocas con las manos. Solo se contagian si utilizamos laca de uñas de otra persona infectada o compartimos el calzado.
Mito 2: Los hongos en las uñas no duelen. El hongo debilita la uña que se podría romper y crear alguna molestia pero por sí solos los hongos no duelen.
Mito 3: Tener hongos no significa que te vaya a salir una seta en el pie. Aunque parezca una cosa desproporcionada es una consulta muy común en las clínicas podológicas.
Mito 4: No todas las alteraciones en las uñas son hogos. Hay diferentes dolencias y alteraciones que afectan a las uñas de los pies por lo que no todas deben ser necesariamente hongos.
Mito 5: Los hongos no llegan a la sangre y no son mortíferos. Puede parecer otra exageración pero siguen apareciendo estas dudas en las consultas podológicas.
Mito 6: Remedios caseros como agua, limón y ajo o aceite de oliva no curan los hongos en los pies. Además, en este punto conviene señalar también que la medicación bajo prescripción médica es mucho más efectiva que los productos de farmacia.
Mito 7: Los hongos en los pies se curan, no son crónicos, pero debemos de ser prevenidos para evitar de nuevo el contagio. Por ejemplo, una vez tratada la infección por hongos es muy importante desinfectar con agua y amoniaco el calzado que hayamos utilizado. También es una solución lavarlos en la lavadora.
