Dijo el filósofo y escritor griego Séneca que viajar y cambiar de lugar “revitaliza la mente”. Pues debe ser ese el impulso por el que muchos, cuando las obligaciones nos los permiten, nos lanzamos a conocer ciudades, pueblos, culturas o costumbres distintas a las que tenemos en nuestro día a día. Es muy común cuando visitamos ciudades grandes que, en los pocos días de los que disponemos, queramos hacer tantas cosas que nos pasamos la jornada de aquí para allá. Hoy en El Blog del Podólogo os ofrecemos unos sencillos consejos para evitar el dolor de pies si estáis de viaje y tenéis que andar mucho.
Hablaremos primero de consejos para prevenir el dolor de pies si estás de viaje y después de cosas que podemos hacer para aliviar el dolor si ya nos duele.
1. En primer lugar parece obvio pero hay que recordarlo porque a las consultas de los podólogos nos siguen llegando personas que han utilizado un calzado inadecuado para largas caminatas. Así que lo recomendable es utilizar un zapato cómodo. En el caso de algunas ciudades, sobre todo en Europa, las calles están adoquinadas con lo que es importante llevar un calzado además con buena suela que nos minimice el contacto con este tipo de calzada.
2. En la misma línea del consejo anterior, al tener que caminar durante mucho tiempo es aconsejable evitar los zapatos de tacón que pueden provocarnos rozaduras y dolor de pies.
3. Siguiendo con el calzado, otra de las cosas que debemos evitar cuando estemos de viaje y tengamos previsto realizar largas caminatas es no estrenar calzado. Los primeros días con un nuevo zapato o zapatilla sirven para que éste se adapte al pie. En estos primeros días podemos sufrir algún tipo de rozadura que en el caso de estar de viaje nos puede arruinar las vacaciones.
4. Es importante utilizar un calzado y un calcetín acorde con el clima que nos vamos a encontrar en el lugar que vamos a visitar. Es decir que si nos vamos a Praga en diciembre no podemos ir con unas zapatillas de verano.
5. Es importante que el pie esté siempre, estemos o no de viaje, hidratado. Un pie hidratado será menos propenso a tener problemas de rozaduras con el calzado.
6. Es importante también además de un calzado cómodo utilizar un buen calcetín, que sea transpirable para que no sudar y se acumule durante todo el día la humedad en nuestro pie. La humedad puede derivar en problemas con infecciones por hongos. No está demás, si vamos a estar todo el día fuera, llevar, si es verano y esperamos que nuestro pie sude, un par de calcetines de repuesto para cambiarlos a mitad de la jornada.
7. Por último, si el podólogo nos ha indicado la necesidad de utilizar plantillas es importante que no las olvidemos en casa y que las utilicemos en nuestras caminatas.
He estado todo el día caminando por la ciudad y me duelen los pies ¿qué puedo hacer?
Cuando llegamos al hotel después de una intensa jornada podemos con crema hidratante masajear los pies y/o darnos unos baños de agua caliente y fría. El contraste del agua fría y caliente mejorará la circulación de la zona que nos aliviará el dolor.
¿Qué suele pasar cuando nos pasamos andando?
Dolor en los talones o en las almohadillas plantares denota que hemos estado mucho tiempo de pie.
Pies hinchados. Es importante en este punto recordar que es recomendable no quitarse los zapatos antes del final de la jornada porque si tenemos los pies hinchados es posible que después no podamos volver a ponérnoslos.
Si el roce del zapato nos ha provocado alguna ampolla o rozadura debemos curarla con Betadine o producto similar. Si es verano la recomendación es llevar la herida el mayor tiempo posible al aire libre mientras que si es invierno deberíamos hacer todo lo contrario, protegerla.