Las alteraciones ungueales son muy comunes en nuestras consultas, a los pacientes no sólo pueden preocuparles su estado óptimo de salud, también su estética. Sobretodo, en época estival en la que observamos el pie con el calzado descubierto.
La uña es un anejo cutáneo queratinizado. Forma un tejido córneo, elástico y transparente que se sitúa sobre el extremo distal del dorso de los dedos de manos y pies. Está formada por células queratósicas íntimamente adheridas, similares a las de la epidermis. En condiciones normales y fisiológicas, la lámina ungueal es dorsalmente convexa, plana y rosácea.
Entre sus funciones está:
- Proteger los dedos de posibles traumatismos.
- Facilitar el rascado.
- Tiene una destacada función estética.
- Contribuye a la sensibilidad, al aumentar la sensibilidad propioceptiva de los pulpejos de los dedos.
¿Por qué reconstruirla?
– Porque las uñas favorecen la superficie de contacto de los dedos con el suelo, lo que aumenta la estabilidad de estos últimos y facilita de esta forma la deambulación.
– Protegen las anastomosis vasculares de los extremos de los dedos, las cuales están continuamente sometidas a:
Traumatismos directos, microtraumatismos, principalmente debidos al uso de calzado inadecuado o mal adaptado, a digitopatías, a alteraciones o disfunciones biomecánicas, a procesos patológicos locales y a posibles enfermedades sistémicas.
Llegados a este punto, la remodelación ungueal podológica nada tiene que ver con las uñas de porcelana o derivados. La técnica de modelado, material y criterio del profesional sanitario. En muchos casos, no sólo mejoramos la apariencia de la uña, también mejoramos el crecimiento de la nueva uña.
Durante muchos años el cuidado de las uñas se ha centrado básicamente en las manos, lucir unas uñas bonitas y sanas, enriquecen el aspecto global de las personas. Si bien en el cuidado de las uñas siempre ha existido una discriminación positiva hacia la mujer, en el siglo XXI, este cuidado se ha extendido hacia el hombre y sobre todo hacia el tema que nos ocupa, hacia el cuidado estético de las uñas del pie.
En pleno siglo XXI el uso de geles como tratamiento para las onicodistrofias ya es un hecho científico y se valora, no sólo la satisfacción del paciente, sino la posibilidad de una alternativa a los tratamientos con lacas de uñas.
¿Qué podemos mejorar con la remodelación ungueal?
- El aspecto de la nueva uña.
- Mejorar el aspecto de una uña tratada por hongos.
- Evitar la uña encarnada.
- Proteger la uña del calzado laboral y/o deportivo.
En algunos casos es posible que el podólog@ decline el tratamiento por incompatibilidad con la alteración de la uña. Es importante que el ciudadano de a pie, conozca que unas uñas alteradas (enfermas) SÓLO DEBEN SER MANIPULADAS POR PROFESIONALES DE LA SALUD.
Maite García. Presidenta del ICOPCV