¿Cómo preparar los pies para el otoño?

¿Cómo preparar los pies para el otoño?

 

  • El Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana recomienda hidratar muy bien los pies para que la piel deshidratada del verano esté flexible y no genere ampollas o laceraciones con el uso del calzado cerrado.
  • Según han indicado los podólogos, la mayor parte de las visitas a su consulta en esta época del año se debe al abuso de un calzado descubierto con poca sujeción o problemas en las uñas, principalmente.

27 de septiembre de 2022.- La llegada del otoño y la progresiva de la bajada de las temperaturas, dan por finalizada la temporada del calzado descubierto. En este punto, desde el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) se ha informado que en este momento de tránsito del calzado abierto al cerrado, es recomendable seguir algunas recomendaciones para proteger la salud de los pies y evitar molestias o el desarrollo de algún tipo de dolencia.

En esta época del año son muy frecuentes las molestias en la planta del pie, en el tobillo, en el arco interno o en el empeine, muchas derivadas del uso de calzado con poca sujeción en verano o por no haber utilizado las plantillas, en caso de necesitarlas. Además, también son habituales los problemas en las uñas. Algunas lesiones micóticas pasan desapercibidas en verano por haber llevado continuamente esmalte de uñas”, ha explicado Jorge Escoto, podólogo y vocal del ICOPCV.

Desde el Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana se ha elaborado un decálogo con 8 recomendaciones para preparar los pies para el otoño:

  1. Es aconsejable que tras el verano se realice una revisión por parte del podólogo para confirmar que no ha aparecido ningún tipo de anomalía. Además, es momento para eliminar duricias y tratar las uñas y los talones.
  2. Hidratar muy bien los pies. En verano, al estar muy expuestos se deshidratan. En este caso, si pasamos directamente al calzado cerrado es fácil que la piel esté muy tirante y poco flexible y sea propicia a la aparición de ampollas o laceraciones por el roce.
  3. Escoge el calzado que mejor pueda adaptarse a tus necesidades concretas según el tipo de tu pisada y la morfología del pie. En esto, las indicaciones del podólogo serán muy útiles.
  4. En el caso de utilizar un calzado de años anteriores, revisar las plantillas. Cuando los zapatos permanecen guardados varios meses, es posible que las plantillas se hayan resecado por la sudoración, estén desgastadas o rotas. En el caso de que el calzado se encuentre en buen estado, se recomienda cambiarlas por si hubieran aparecido hongos o generaran molestias al caminar.
  5. Revisar las suelas de los zapatos que tenemos en casa para confirmar que están en buen estado.
  6. También hay que poner atención a las tapas. Si están más desgastadas de un lado que de otro o deterioradas, es necesario cambiarlas.
  7. Escoger correctamente los calcetines. Éstos deben ser de fibras naturales y que permitan una transpiración correcta al pie. Además, deben aportar una protección térmica adecuada a cada época del año y tener refuerzos en la puntera para proteger esta zona que es especialmente sensible en los pacientes con patologías como los diabéticos.
  8. Junto a esto, los calcetines no deben apretar en la parte alta para evitar problemas circulatorios.

Más información:
Patricia Berzosa
(Gabinete de Prensa ICOPCV)
Telf. 658 810 015; prensa@icopcv.org

2022-09-27T15:02:49+00:00 27 septiembre 2022|