A menudo los podólogos nos encontramos con situaciones de miedo a visitarnos. Debe ser una situación similar a la que deben experimentar los dentistas. Seguramente la razón más extendida es el miedo al dolor pero hay otras que en este artículo vamos a intentar desmitificar y a la vez os ofrecemos seis motivos para no tenerle miedo al podólogo.
1. Cuando se te clava una uña no necesariamente el podólogo te la va a arrancar. Todo podólogo ha detectado este miedo en alguna ocasión. Arrancar la uña supone el último recurso para tratar una infección pero en la mayoría de los casos no es necesario quitarla.
2. El desconocimiento es otro de los factores que influyen en el miedo al podólogo. Muchos recomendamos para superarlo que acompañen a su pareja o a algún amigo que tenga que visitar al podólogo para comprobar que todo es normal. En el caso de los niños también suele pasar. Aunque reciban antes de nada una explicación sobre lo que se les va a hacer se ponen muy nerviosos, pero cuando terminan te miran con una sonrisa y reconocen que no tenía sentido preocuparse.
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3. Si tienes dudas pregunta, el podólogo te responderá a todas las dudas que puedan surgirte. No te quedes con nada por saber. Recibir un tratamiento podológico teniendo toda la información hace que el miedo se reduzca también.
4. No tengas miedo al dolor, la mayoría de los tratamientos podológicos no tienen dolor.
5. Es importante vencer el miedo a acudir al podólogo si notamos algún problema en nuestros pies. Que la afección vaya a más y se pueda convertir en un caso grave puede en muchos casos depender de que se haya actuado a tiempo.
6. No hay que creer todo lo que se dice o está escrito en internet. En la red puede escribir cualquiera, es importante contrastar con tu podólogo si te surgen dudas, tu podólogo nunca te va a engañar y tendrás información veraz.