Seguro que más de uno se lo está preguntando durante estos días en los que estamos de vacaciones y cogemos el coche para ir a la playa o hacer desplazamientos cortos. Hoy en El Blog del Podólogo aclaramos si está permitido conducir con chanclas y si es o no peligroso el utilizar este tipo de calzado al volante.
En el Reglamento General de Circulación, la Dirección General de Tráfico considera en el artículo 17.1 que los conductores “deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos…” y el 18.1 que el conductor de un vehículo “está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo …”. La sanción que va aparejada a esta infracción supone 80 euros (40 si es pronto pago) y no implica retirada de puntos.
Expertos en conducción explican que ponerse al volante con chanclas puede entrañar un riesgo importante. Del tipo de calzado que utilicemos puede depender el tiempo que tardemos en pisar el freno, y la distancia que tardaremos en detener nuestro coche desde que detectemos un peligro. En una situación de emergencia la chancla puede soltarse de nuestro pie y que seamos incapaces de ejercer la presión necesaria para frenar sobre el pedal. Nuestros movimientos con chanclas no serán tan ágiles como con unas zapatillas deportivas o un zapato. Por todo ello, deberíamos concluir que la recomendación sería la de huir de cualquier calzado que limite nuestros movimientos y las chanclas son, sin duda, uno de ellos.
Por este motivo, aunque llevar chanclas no esté tipificado como tal en el Reglamento General de Circulación, su uso podría impedir la libertad de movimientos del conductor y este podría no estar en condiciones de controlar su vehículo. Por lo que ir descalzo o con chanclas podría tener la misma consideración.