El hecho de utilizar otro tipo de calzado y que debido al aumento de la temperatura es más común estar con los pies descalzos o usar un calzado muy descubierto el pie sufre más desgaste durante el verano. Ya hablamos de las principales afecciones que podemos sufrir en nuestros pies durante este tiempo como “Pie de Atleta”, grietas en los talones o verrugas plantares. Para evitar estos problemas en los pies os ofrecemos estos prácticos consejos.
1. Revisar el calzado.- Es fundamental revisar que el calzado de verano se encuentre en perfecto estado y descartar el que ya se encuentre deteriorado o presente plantillas desgastadas porque afectarían a la marcha.
2. Realizar una quiropodia.- Antes de ponernos calzado de verano debemos acudir a un podólogo para comprobar la ausencia de patologías (dedos en garra, hongos, verrugas, etc.) y que elimine las durezas de la planta y de los talones de forma adecuada, pensando en la salud de los pies.
3. Cortar las uñas en recto.- Es necesario utilizar alicates y no tijeras, además, no se limarán demasiado redondas porque, al crecer se clavarían en los laterales de los dedos.
4. Hidratación diaria.- Es imprescindible hidratar los pies a diario con una crema emoliente a base de urea para que la piel se mantenga flexible. Es importante evitar la zona interdigital porque podría macerar la zona y propiciaría la aparición de hongos y grietas.
5. Utilizar piedra pómez o lima.- Esto se realizará una vez por semana tras el baño para prevenir la aparición de durezas y grietas, especialmente en los talones.
6. Escoger un calzado saludable.- Hay que reservar el uso de chanclas únicamente para espacios húmedos como piscinas o la playa porque al ser demasiado planas y no sujetar el pie pueden provocar engarramiento de los dedos y dolor en la planta y el tobillo. Se recomienda utilizar un calzado fabricado en materiales naturales, que sujete adecuadamente el pie y que sea flexible.
7. No abusar del uso de bailarinas y de deportivas.- Las primeras son demasiado planas y suelen tener puntas estrechas que aprietan los dedos pudiendo provocar la aparición de dolorosos callos. En el caso de las deportivas, hay que limitar su uso y no utilizarlas de forma habitual porque podrían provocar sudoración excesiva y aparición de hongos.
