- El Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana ha señalado que con la llegada de la primavera y las vacaciones de Semana Santa se intensifican las salidas a la montaña y es necesario seguir algunas recomendaciones para evitar dolencias en los pies.
- Correr por el monte con zapatillas de asfalto aumenta considerablemente el riesgo de lesiones por falta de adherencia de la suela al terreno.
- Que el calzado y los calcetines tengan refuerzos en las punteras, una buena amortiguación y adherencia al terreno, son algunas consideraciones que minimizaran el riesgo de lesiones.
Valencia 26 de marzo de 2024.- Con el comienzo de la primera, son más frecuentes las carreras y entrenamientos por la montaña y, por ello, desde el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) se ha indicado que es necesario seguir algunas recomendaciones para evitar las lesiones más frecuentes en los pies tras realizar esta práctica deportiva. Junto a esto, los podólogos han señalado que, además, estas dolencias también se pueden dar no sólo en deportistas sino también en personas que comienzan a practicar senderismo y paseos de montaña por largos periodos de tiempo. Algo que es habitual, por ejemplo, en vacaciones como la Semana Santa.
Las patologías más comunes son los esguinces de tobillo debido a la irregularidad del terreno, las uñas negras o hematomas subungueales debidos a los golpes repetidos de las uñas con el calzado, así como los hematomas en otras partes del pie (especialmente en los pulpejos de los dedos), la onicocriptosis (también llamadas ‘uñas encarnadas’) o las ampollas y laceraciones.
“Si vamos a realizar esta práctica deportiva, es esencial poner atención en el tipo de zapatilla que escogemos porque la que necesitamos para correr en montaña es totalmente diferente a la de asfalto. Correr por el monte con zapatillas de asfalto aumenta considerablemente el riesgo de lesiones por falta de adherencia de la suela al terreno”, ha declarado Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV.
Otros consejos que trasladan desde el ICOPCV es realizar ejercicios preventivos para potenciar el tobillo y la propiocepción del pie. Además, los podólogos señalan que la amortiguación del calzado también juega un papel fundamental para evitar sobrecargas ligamentosas, así como la calidad de adherencia de la suela al terreno. Por lo tanto, es un factor a tener en cuenta para minimizar el impacto en el aparato locomotor.
Por lo que se refiere a prevenir la aparición de los hematomas subungueales, los podólogos han explicado que lo interesante es utilizar calcetines con refuerzos en la puntera que ayuden a amortiguar al máximo los impactos de repetición.
“La elección correcta de los materiales de los calcetines, aparte de amortiguar tanto punteras como talones que son las zonas más sensibles del pie, también ayudará a prevenir laceraciones, sobrecalentamiento y ampollas. Por tanto, no se debe de obviar la buena elección de esta prenda, junto con la buena elección de las zapatillas, debido a que los refuerzos en las punteras también nos protegerán de estas molestas lesiones”, ha enfatizado Jorge Escoto.
No obstante, en caso de que apareciera este tipo de lesión, es muy importante la evaluación por parte de un profesional de la Podología, que con la correspondiente exploración valorará la necesidad o no de drenar el hematoma a través de la lámina ungueal para aliviar la presión o si se deja que se resuelva por sí mismo.
“Cuando aparecen estos hematomas dejan una mancha marrón o negra en la uña, que tarda en bastante tiempo en desaparecer. En algunos casos, puede incluso perderse la lámina ungueal. Si el hematoma la despegó por completo, también es importante que el podólogo haga seguimiento para comprobar que la nueva lamina ungueal crece por el lugar y forma correcta y así evitar que genere futuras complicaciones como uñas encarnadas”, ha afirmado el podólogo Jorge Escoto.
Por otro lado, desde el ICOPCV también se ha especificado que es necesario prestar atención al corte de las uñas. Si están demasiado largas o mal cortadas, también pueden desembocar en dolorosas uñas encarnadas que pueden llegar a ser incapacitantes durante un largo periodo de tiempo. Además, se recomienda que ante la detección de alguna anomalía se acuda lo antes posible al podólogo para realizar una evalucación profesional y, en caso necesario, aplicar el tratamiento correspondiente con la mayor antelación posible y minimizar el impacto de cualquier dolencia.
Desde el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana se ha recordado que, para garantizar que estamos en manos de un profesional de la Podología y evitar ser víctimas del intrusismo, es decir, ser tratados por supuestos profesionales que carecen de la formación universitaria que se exige para el desarrollo de esta rama sanitaria, hay que asegurarse que la clínica donde vamos a ser tratados dispone de número de registro sanitario y el podólogo está colegiado.
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